Las pequeñas cosas de la vida, como comprar leche, son diferentes en distintos lados.
Ahora estoy en México, hoy compre leche del lechero. En mi ciudad, aun pasan los lecheros a las casas, vendiendo leche, quesos, crema, mantequilla, todo muy fresco.
Cuando estaba fuera, en Estados Unidos, extrañaba mucho la frescura y el sabor de los alimentos, principalmente leche, quesos y cremas, incluso iba manejando algunos fines de semana a una granja, que quedaba en otro pueblito rural como a una hora de donde yo vivía para comprar queso fresco.
La leche y el queso eran de cabra, fue la primera vez que yo recuerde que probe leche de cabra. Una consideración importante eran los precios, ya que por cantidades extremadamente pequeñas el precio era demasiado caro.
La granja la atendía una familia joven retirada, que toda su vida anterior habían tenido otros trabajos y vivido en otros lados, sólo que, siempre habían tenido el anhelo de trabajar la tierra, sembrar vegetales, tener gallinas, y tener su propia granja. Cada vez que íbamos, veíamos como iba creciendo poco a poco lo que sembraban, y teníamos todos la esperanza de que el clima cooperara para que no se perdiera la cosecha.
Usualmente platicábamos de la vida y era muy divertido escuchar sus historias. Ellos me dijeron que estaban aprendiendo a hacer queso, yo les contaba que donde vivía en México había lecheros que incluso iban a la puerta de tu casa y vendían leche, queso y otros productos muy frescos. Ellos parecían muy sorprendidos al escucharme, como que ni siquiera lo podían creer, y es que allá la realidad es diferente.
El queso que hacían se agotaba muy rápido y era difícil alcanzar a encontrarlo, por lo que teníamos que hablar antes y apartarlo.
Otro día, me contaron que ya no iba a haber leche de cabra disponible hasta nuevo aviso, porque también tenían otro trabajo y era demasiado fisicamente por el momento cumplir con las obligaciones de ambos trabajos.
Hoy que compre la leche, fueron 4 litros, más el pilón, que aquí es muy normal, y muchos marchantes lo dan, por $48 pesos, a $12 pesos el litro, mucho más saludable, ecológico, porque yo saque la cacerola, y económico que en el supermercado, en donde 1 litro, cuesta $30 pesos, y como no tengo coche, para mi, es mucho más fácil, que vengan a dejar los 4 litros a la casa, que andar cargando yo tantos litros en el sol.
Otra opción de leche en Texas es una que venden en H.E.B., un galón de leche, que dicen que son de unas granjas en Texas en una botella de cristal retornable, donde cobran al momento de la compra $2 dólares por el envase de cristal mas el precio de la leche, y cuando se devuelven los envases se regresan los $2 dólares por envase. El precio por el galón de leche en esta opción, es caro, sin embargo, me gustaba creer e imaginar que esa opción les daba a las vacas un trato humano con mucho pasto y aire fresco.
A veces íbamos en la autopista en los caminos rurales donde hay muchos ranchos en Texas manejando y veía muchos toros, vacas y ganado muy bonito que nunca había visto antes, enormes y macizos, de diferentes colores, que ni podía creerlo, como el long horn, o cuerno largo.
Realmente pienso que Texas tiene un gran potencial para la venta de productos lácteos frescos como leche, quesos, cremas, mantequillas, etc.
Ya puse la leche a hervir por 15 minutos a fuego alto, y otro poco, hasta que hirviera bien a fuego lento, me quede ahí al lado cuidándola, para que no se fuera a subir y derramar, lo que obviamente ya me paso varias veces al principio de cuando regrese.
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